La celebración oficial (6 de febrero) me pilló en UK. Allí me regalaron un stylophone, una camiseta chulísima, una chapa birrete que dice "birthday boy", y unas gafas con nombre propio -escrito en el envoltorio-: bizarre glasses. Qué bien nos lo pasamos aquí también. El sábado fue el cumpleaños de Lara (nuestra anfitriona) y aprovechamos para celebrarlo juntos. A Lara y a Jorge se les ve estupendamente en Londres y su casa está de puta madre. En cuanto pueda vuelvo.
A la vuelta recibí los regalos de mis hermanas: unas gafas de sol que ya me veréis, un cinturón de la marca FOLK, el volumen cuatro de Vacaciones en Polonia y Bestiario de greguerías de David Vela. Todo muy guay.
De mis padres recibí panoja en euros y en libras. Muy guay también. Este último fin de semana me he ido con ellos a Alto campoo a hacer snow. No había subido a la nieve en toda la temporada por la ausencia de vacaciones en mi trabajo de becario así que, por lo menos, ya me he quitado la espinita.
Ahora me voy a cenar al WOK con Borja, Santi, Adrián y alguién más que se habrá apuntado a última hora. Qué poco me gusta el Wok, por otra parte. En fin, todo sea por sucumbir ante el poder de las grandes empresas y la estrategia de los eurovips.






