REGRESO INESPERADO.

Como si no hubiera pasado nada en estos meses, comienzo con los acontecimientos de la última semana. Me la he pasado en Ponferrada, en mi casa. Qué ganas tenía de ir unos días! qué paz!. No he hecho otra cosa que ver pelis, leer y repanchingarme en el Club Náutico; pero es que era justo lo que me apetecía hacer. Bueno, el sábado fuimos mi madre, mi hermana y yo a la playa de las catedrales en Lugo, pero hacía un día gallegón y sólo pudimos dar un paseo. Aún así mereció la pena. Menuda playa! No parece España. ¿y la pirámide en la roca? Menudo misterio. Lugo: TERRA DE MEIGAS.







También hemos visto videos caseros de hace 20 años. Mi padre los ha pasado a dvd y está emocionadísimo. Hay un montón. Yo sólo he visto dos o tres, y la verdad es que son bastante emocionantes, en el sentido extricto de la palabra. Por ahí tiene que andar el famoso video en el que aparecemos Ana y yo con cinco años ganando un concurso de lambada, en un colegio que no era el nuestro (?).

De todas formas, ayer ya puse rumbo a Madrid de nuevo, que mañana me voy a Barcelona, al sonar, que tengo muchísimas ganas. Los viajes ahora se me pasan rapidísimo con el wi-fi en el bus. Menudo invento. Al llegar a casa deshice la maleta mientras veía una tormenta tropical por la ventana y al rato me fui a cenar con Borja, Guille, Pablo, Henar y Santi a un restaurente anodino con los platos al 50% por una oferta que aún no sé de dónde salió. A Guille le colocaron un enano de voz chirriante detrás de su asiento que le susurraba canciones variadas. Ese mismo enano le preparó unas alcachofas naturales pero de bote bien empapadas en fritanga. Los demás creo que pedimos bastante bien. Con las mismas nos despedimos, y a casa. Santi me acercó en coche a casa y al salir, dije: adiós! en lugar de adiós y gracias!. Muy desconsiderado por mi parte. SANTI, GRACIAS DESDE AQUÍ!.

Ahora estoy intentando pasar la pachorra de las 16:30 de la tarde madrileña, que es bastante jodida. De paso, estoy mirando vuelos para ir a ver a Lara y a Jorge a Londres, que tengo muchas ganas de verlos. El verano en Madrid sólo se salva con fines de semana fuera de Madrid. Qué hartura!.