El trayecto de mi casa al trabajo es bastante desolador. Me separan 40 minutos, un transbordo de metro y una caminata de 10 minutos por las tristes calles de Suanzes. Un barrio que parece arrancado de la sierra de Palencia y puesto ahí, en el límite de Madrid, sin permiso ni nada. Según he oído, los pisos son bastante caros por aquí (?). Me imagino que se referirán a los pisos en edificios nuevos, con piscina, gimnasio o algo que aporte valor al poco encanto de esta zona, que además de alejada, es bien infame.
Esta es la entrada a la empresa para la que trabajo -de becario-:
El edificio más resultón de los ilustrados se llama edificio SOHO. Casi nada. En el cartel de la promoción dice algo así como "urban single living" y hay un dibujillo "urban" inspirado en Jordi Labanda. En fin, una rotura más en el caminito que recorro todos los días de lunes a viernes sobre las 8:45.
Y saliendo ya de este puto barrio y centrándome en el tema del título comentaré por lo bajini que sospecho de algún tipo de ilegalidad en el restaurante que está debajo de mi casa. Se llama Dominus y nunca hay nadie. Los camareros tienen cara de pocos amigos y siempre están en la puerta fumando. Veo cochazos aparcadas a la puerta, en doble fila, de los que sale gente que a los cinco minutos ya está fuera del restaurante. Una vez entré porque lo confundí con el italiano de al lado, y los camareros enseguida dedujeron que estaría buscando otro sitio, cortándome el paso nada más entrar. Todo muy raro.
jueves, septiembre 25, 2008
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3 comentarios:
me parece que tienes que dejar de ver peliculas de espias:
http://www.elmundo.es/metropoli/2005/12/09/restaurantes/1083880830.html
Suanzes tiene tan poco encanto como imaginaba!
Lo del bar me parece una cosa interesante así del tipo "Sin tetas no hay paraiso".
Me quedan 6 días.... el miércoles estoy en Madrid, chato!
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