SIN IRA LIBERTAD.

Qué bien que ya ha terminado. Llevo dos días celebrándolo en mayor o menor medida. Lo mejor de todo es despertarse de forma natural y no con el horrible pitido del móvil. De todas formas, y como dijo ayer Henar, soy como las GALLINAS a la hora de despertarme. Rayito de sol y en pie.

Ayer por la tarde me acercé a casa de Cris y Alex y fuimos a ver la exposición que hay en el Reina Sofía, y que recomiendo a todomundo desde ya. Cómo puedo flipar con las exposiciones arte-tecnología-ingeniería. No hay personas por las que sienta más envidia que aquellas lo suficientemente inteligentes como para desarrollar un mecanismo o lo que sea y aplicarlo en un contexto artístico y que al final todo MOLE. Da miedo pensar como hay gente agraciada con los dos dones, y luego gente que ni h ni b. :(

Y después la típica noche de callejeo de arriba a abajo, con el plus de poder beber en la calle sin ninguna preocupación. Ayer los policías cumplían la misma función que la escultura de la estudiante de la plaza: adornar.
No soy yo muy dado a las masificaciones y a la verbena, como a mi hermana Ana, nos pasa una cosa muy rara en estas situaciones: nos empieza a doler la barriga en cuanto nos entra el sentimiento feria. Esto no es ninguna bobada y nos lleva pasando desde pequeños. Igual nos pasó algo muy jodido en una y no nos acordamos...
El caso es que a última hora el olor a pis, las charcas y la basura me empezaron a dar el asco que se merecen. Y después de unas conversaciones musicales demasiado tajantes para mi gusto -Esto es así, y esto es bueno y te tiene que gustar- nos fuimos a casa. Salieron a colación David Bowie y Sinnead O'Connor. No me gusta ninguno de los dos. Los he escuchado lo suficiente como para saber que probablemente no me gusten nunca. Me flipa Bowie como personaje y como todo lo que supone a nivel extramusical, pero si tengo que decidirme entre dar al play a una de sus canciones o a OTRA, muy probablemente le de a la otra. Y lo mismo con Sinnead O'Connor, con la diferencia de que a esta ni la admiro como personaje. Es más, me produce bastante repulsa (y lástima). Y sí, por supuesto que he escuchado la que probablemente sea la canción más radiada de la historia el suficiente número de veces -además de otras muchas más suyas- como para gritar por lo bajini: ROOTA!