EN MISA Y REPICANDO.

No se puede estar en el Sahara y en exámenes al mismo tiempo. Estos dos últimos dias he andado arrastrándome entre mi casa y la biblioteca de mi facultad asao y bañado en sudor. Las botellas de agua me duran 2 minutos y enseguida se quedan templadas. Como las desgracias nunca vienen solas, y menos en 2008, que viene cargadito de sorpresas, la persiana de mi cuarto se ha roto definitivamente. Llevo una larga temporada manteniéndola en alto sin poder subirla ni bajarla. Siempre quejándome de que entraba mucha luz y tal. Pero con un antifaz, todo solucionado. Con el calor ya empecé a plantearme HACER ALGO y llamar al dueño y que me lo cambiase. Ahora, con la persiana rota y sin poderla subir -es una persiana vieja de madera que pesa una tonelada y que está llena de mierda- no tengo ni luz ni aire en mi cuarto. La guinda nunca falta en mis pasteles.
En fin, esto se solucionará como muy tarde mañana o pasado -quiero pensar- y tampoco es que haga mucha vida en casa. Me despierto, me voy a la biblioteca, suelo ir a cenar a casa de Ana, y vuelvo sobre la 1.
Por cierto, ahora que veo el título que he puesto, he de reconocer que hasta hace bien poco yo pensaba que la expresión era: estar en misa y REPLICANDO. Como que no se podía ser "buena persona" y luego andar quejándose y liándola por ahí. En alguna ocasión habré soltado el REPLICANDO alto y claro y me habré quedado tan tranquilo y probablemente, con la cara de satisfacción que produce el soltar el dicho apropiado en la ocasión oportuna. (PRINGAO!)

Ayer, antes de que se me jodiera la persiana (o el ESTOR, palabra que me encanta y que ahora mismo no estoy seguro de sea exactamente lo mismo. Si no lo es, me lo REPLICAIS) estuve, como toda España, viendo el emocionante partido con Ana, Diana, Cheti y Asier. Ninguno demasiado futbolero -Cheti puede que un poco- y allí que estábamos viviéndolo como el que más, corriendo en el descanso a por más litronas porque no nos queríamos perder ni un minuto. Con la selección sí que es verdad que me da un poco por ahí. En el último mundial fui a ver un par de partidos a Colón y puedo decir -y aunque la expresión dé un poco de asco- que SENTÍ LOS COLORES.
El sábado por la noche también lo pasé en el maravilloso sofá en casa de Ana, repanchigado. -es un sofá en el que podemos tumbarnos 5 personas sin tocarnos- viendo EL INCIDENTE. Un desastre. Los personajes son tontos. No hay misterio. No hay nada. No hay ni explicación ni solución al problema. Un truño que además vimos en very low definition.


Vamos, que más a cuenta me hubiera salido ir a ver a EL GINCHO con el que tan emocionados estáis -y que a mí tampoco me disgusta-, pero estaba demasiado roto después del Stardust de marras y de "madrugar" para estudiar pasando páginas.