Estoy encantado con la biblioteca de mi facultad. Hay muchísimas películas y TODAS disponibles porque la gente ni lo sabe. Te las puedes llevar dos o tres días y no pasa nada. Después de echar buena parte de la tarde estudiando, me he cogido El ministerio del miedo y he llegado a casa FELIZ por haber cumplido con mi deber. Momento más triste ha sido el de la cena: he calentado puré y he cortado unas lonchas de pavo. Qué asco da el puré descongelado en la nevera. Es como granizo de hojarasca. Dan ganas de pasar de todo, tirarlo a la basura y abrir el congelador, caja de pandora donde siempre hay pizzas o empanadillas. El caso es que me he tomado el triste puré y he visto la primera media hora del DERBY. Me he aburrido y he puesto la peli, que me ha encantado a pesar de tener un final digno del peor sketch de Matrimoniadas. En breve me iré al salón a fumar el último cigarro. Ahora no puedo fumar por las noches en mi habitación porque si abro la ventana se llena de polillas. Ahora mismo hay 3 o 4 dándose de hostias contra la ventana porque quieren entrar a la luz de mi flexo. Qué bobas! ¿cuándo se darán cuenta de que no pueden atravesar la ventana? Al menos si tuviera persianas podría dejar un pequeño espacio para airear esto sin que entraran las polis, pero sigo sin persianas. Este tema me está superando y se me está yendo un poco la chaveta hasta el punto de pensar que las persianas son un lujo que puedes tener o no tener. Como un lavaplatos. y eso NO ES ASÍ.
jueves, mayo 08, 2008
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1 comentario:
¡¡EL ministerio del miedo es un peliculón!!
La gente de tu facultad no debe pasar mucho por la biblio y si lo hacen no creo que haya ostias por coger pelis de Fritz Lang, ¿no?
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